Sopa de tomate para prevenir el cáncer y fortalecer el conducto digestivo
El tomate, originario de México, fue llevado a Europa, al; mismo tiempo que el chocolate, por los españoles, que conservaron su nombre azteca de tomtl.
Gracias a su riqueza en betacaroteno, licopeno y vitamina C el tomate se ha convertido en la hortaliza más consumida del mundo, junto con la papa. Muchos estudios cientificos parecen confirmar un vínculo indiscutible entre el consumo de tomate y la disminución de la frecuencia de algunos tipos de cáncer (estómago, pulmón, próstata). He aquí una rica sopa de tomate para prevenir el cáncer y fortalecer el conducto digestivo.
Sopa de tomate para prevenir el cáncer y fortalecer el conducto digestivo
Ingredientes
- dos tomates
- dos cebollas
- una lata pequeña de concentrado de tomate
- dos hojas de puerro
- una zanahoria
- una rama de tomillo
- un diente de ajo
- un vaso pequeño de leche descremada
- un puño de perejil machacado
Modo de preparación y uso
Escalde los tomates durante ddos minutos, pélelos, córtelos en dados. Pele y pique los echalotes, pele y machaque el ajo. Lave cuidadosamente los puerros, módelos y rebánelos en rodajas. Lave y pele (o cepille) las zanahorias, rebánelas en rodajas. Ponga a cocer todo al vapor. Cuando las verduras estén cocidas, colóquelas en una cacerola grande, agregue el perejil cortado, la rama de tomillo, la leche descremada y el concentrado de tomate diluido en un poco de agua tibia. Salpimiente, ponga a cocer diez minutos más. Retire la rama de tomillo, licue, vierta en una sopera bien caliente.
El tomate, desde su descenso de los arcos de los conquistadores colonizó toda la cuenca mediterránea, donde se implantó en el siglo XVI, pero como planta medicinal y ornamental, ya que sus frutos eran considerados venenosos (esto no es cierto, salvo cuando están verdes).
Se introdujo poco a poco en las salsa d ela cocina mediterránea, pero fue hasta 1920 cuando se impuso y se emprendió su irresistible ascenso.
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