Graviola o Guanábana, milagro natural que cura el cáncer
Desde hace mucho tiempo, el tratamiento de algunas enfermedades mortales, como el cáncer, se ha ido derivando hacia formas “científicas” de eficacia bastante dudosa en la mayoría de los casos.
El temor de la población y la fuerte presión ejercida por la medicina oficial, colectivos médicos más tradicionales y laboratorios farmacéuticos para la cura del cáncer, han llevado a una situación en la que la persona que se enfrenta a esta temible enfermedad, no se atreve a buscar opciones menos agresivas, más naturales.
Pero en los usos y medicinas tradicionales existen algunos remedios, de eficacia contrastada y comprobada, que se están abriendo camino frente a los tratamientos oficiales. Estos han demostrado una eficacia equiparable e incluso superior para el tratamiento de algunos tipos de cáncer, y, lo que es mejor, sin los temidos efectos negativos de aquéllas (deterioro inmunitario, caída de cabellos, etc.) y otros efectos secundarios de la quimioterapia como debilitamiento y la pérdida progresiva de peso (caquexias progresivas); tristes consecuencias que muchas veces no se deben solo a la enfermedad, sino a los vómitos constantes e incontrolados (efectos eméticos) que producen algunos quimioterápicos.
Graviola, el quimioterapéutico natural

Vamos a hablar de una planta, la Annona muricata, popularmente conocida como Guanábana, Graviola, y también, por ejemplo en México, Cabeza de negro, que es nativa de toda la Mesoamérica.
El interés primordial que tiene la Graviola para nosotros es su poder anticancerígeno. Hay numerosos estudios que avalan este hecho.
Uso como anticancerígeno: 10,000 veces superior a la quimioterapia
En el Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos, en 1976 se comprobó que su poder como “quimioterapia” sobre las células cancerígenas es ¡10,000 superior! al del compuesto Adriamicina, uno de los citotóxicos más agresivos empleados actualmente en la quimioterapia.
Pero además, conlleva una propiedad extraordinaria que la diferencia radicalmente de los quimioterápicos tradicionales. Y es que mientras que éstos atacan simultáneamente tanto las células cancerígenas como las sanas, pues no pueden diferenciar a las poblaciones celulares sanas de las enfermas, la Graviola deja indemnes a las sanas, mientras ataca con gran fiereza a las células cancerígenas, deteniendo su crecimiento en el plazo de 48 horas.
Muchos otros estudios se vienen realizando desde entonces. Sobretodo desde el año de 1997 en la Universidad de Purdue, en Indiana, Estados Unidos, en donde se ha constatado su poder anticancerígeno en cánceres pulmonares, prostáticos, de mamas, de vejiga, de recto, esófago, colon, y asimismo, es eficaz contra el tratamiento de la leucemia.
Propiedades anticancerígenas

Ello se debe a la presencia en sus hojas de una sustancia quimiotóxica natural, llamada Acetogenina, cuya potencia es del orden de 10.000 veces superior a la Adriamicina (sustancia tóxica de elaboración artificial). La quimiotaxis natural es un proceso por el cual el compuesto va a atacar a células que contengan unas sustancias químicas concretas (por tanto únicamente a las células enfermas o malignas) dejando a las sanas sin dañar, mientras que, podríamos decir, el producto no natural trabaja con “fuego a discreción”, dañando células que no están enfermas y debilitando al organismo en general.
ESTÁ COMPROBADO QUE SU USO PUEDE SER TANTO PREVENTIVO COMO CURATIVO. SEGÚN VARIOS ESTUDIOS, A DIFERENCIA DE LO QUE OCURRE CON DETERMINADOS TRATAMIENTOS DE QUIMIOTERAPIA, LA GRAVIOLA ATACARÍA A LAS CÉLULAS ENFERMAS, PERO NO DAÑARÍA A LAS SANAS
Dosificación
Lo habitual es ingerir un preparado de polvo de hojas de Graviola, bien en cápsulas bien en cucharaditas, unos 15 a 20 minutos antes de las comidas.
- Uso preventivo: lo adecuado es tomar del orden de 500 mg en el intervalo horario comentando anteriormente
- Uso curativo: la dosis preventiva de 500 mg multiplicada por 2 (1 gramo) o hasta por 4 (2 gramos) según el estado y la gravedad de la enfermedad.
Otros usos: Graviola, milagro natural
Al margen de su espectacular uso como anticancerígeno, la graviola es una planta que por sus propiedades antibacterianas, antiparasitarias, antiespasmódicas, astringentes, insecticidas, hipotensoras (baja la tensión) y vermífuga (expulsa los gusanos intestinales), es recomendable siempre tenerla a mano e ingerir en las dosis preventivas recomendadas.
Ya sabemos, la Graviola es un verdadero milagro para asegurar nuestra salud, uno los medicamentos naturales más potentes que existen.
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